En palabras de Malatesta, el anarquismo más que un método, es lo que emerge de un sistema que cuida de cada integrante y le brinda las seguridades necesarias para sentir el placer de ayudar a la totalidad del sistema como a sus partes (cada persona).
Pienso la misma forma en la anarquía relacional, es la sensación de confianza de tus vínculos, tanto como de tu policula (el conjunto de personas que se relacionan sexo-afectivamente), es ahí el punto más complejo, debido a que la confianza se construye, cambia, se formula con quienes conocemos e interactuamos,
Nos educan para desconfiar, debido a que nuestros sistemas son competitivos e individualistas, la confianza se genera en la colaboración y la necesidad de nuestras manadas, en sentir que dependemos de quienes elegimos amar, y para sentirnos cuidadas, esas personas también deben estar cuidadas.
Quizás suena sencillo, pero está lejos de la práctica de nuestro sistema imperante relacional, o de las noticias mismas, en donde la necesidad ejecuta actos y crímenes violentos.
Me gusta pensar que podemos, aunque sea en una burbuja elegida, sentir un contexto y espacio, en donde nuestras relaciones protegen y propician nuestras voluntades, y junto a la voluntad el deseo de Ser y Hacer, constantemente. Considerar el dolor, como parte natural de las relaciones (al ser diferentes y entender el dolor de diferentes formas) y hacernos cargo del dolor que podemos ocasionar (si la persona lo desea).
En la monogamia rígida y clásica, se propone estar desde una no-voluntad, más bien, desde un acuerdo inquebrantable, que ni siquiera puede estar puesto en discurso la posibilidad de desear o amar a alguien, incluso de forma no-sexual, la monogamia en su fin más puro, propone la total exclusividad de la intimidad, desplazando la capacidad de intimar en las amistades. Dejando a las personas, cuando caen a la tormenta, tener solo una cuerda para sostenerse, en vez de una red afectiva que les contenga.
Pienso que desde la monogamia es difícil mutar sexo-afectivamente a la A.R. de un paso a otro, debido a los procesos lingüísticos, afectivos, sociales, conceptuales de familia y proyección, hábitos sexuales, disposición del tiempo, entre otras, que es necesario re-configurar.
Para mi, la A.R. no es la acumulación de vínculos, sino la expresión de la voluntad de las partes, que decidan cada día, a quiénes y de qué forma amar.
Una amiga me dijo una vez: No soy ni monógama ni poli, sólo quiero vivir mis relaciones bajo mis reglas, mis acuerdos y mis deseos, sin que nadie se imponga a decirme qué debo o no hacer, solo yo sé, lo que me hace bien. Para mi, es la mejor definición de A.R.